El Intendente Mario Migno presidió el acto oficial por el 274 aniversario de la fundación de San Javier, que nació de la reducción del pueblo originario de los Mocovíes por parte de los Misioneros Jesuitas. El acto, se llevó a cabo en la plaza San Martín.
«San Javier que tanto amamos y que tanto nos duele también en estas circunstancias por muchas cosas”, sostuvo Migno al inicio de su discurso, y destacó el trabajo del Instituto Nº 15, especialmente a los estudiantes de historia que hace algunos años “impulsaron el rescate de esta fecha fundacional”.
“La historia de nuestra ciudad a veces luminosa y a veces oscura estuvo siempre caminando de la mano de los pastores de la Iglesia”, resaltando la obra de Florián Paucke y la época oscura como lo fue la última rebelión, recordó Migno.
«Tenemos que trabajar para que la grieta no se agrande, los problemas que tiene nuestra ciudad y los que menos tienen son un problema de todos, nos debe hacer reflexionar que nos necesitamos”, indicó el Intendente y culminó expresando “el camino se construye pensando menos en el yo y más en el nosotros”
Luego del izamiento de la bandera argentina, se entonaron las estrofas del himno nacional argentino y se colocó una ofrenda floral en el mástil de la plaza San Martín. La invocación religiosa estuvo a cargo del presbítero Sergio Capoccetti. También dejaron su mensaje los representantes de los Pueblos Originarios Néstor y Ángela Lanche y de la directora del Instituto de Formación Superior, Alicia Pighin.
Los números artísticos los llevaron a cabo la Secretaria de Cultura Virginia Martínez, Francisco y Marina Gorosito y el recitado fue de Rodrigo Ojeda.
Acompañaron a Migno, el senador José Baucero, el presidente del Concejo Deliberante Silvio Florito, ediles, secretarios y subsecretarios del ejecutivo local, representantes de instituciones e invitados especiales.
Un poco de historia.
San Javier nació de la reducción del pueblo originario de Mocovíes por parte de Misioneros Jesuitas.
Por aquel entonces, gobernaba Santa Fe, Francisco de Echague y Andía y logra la paz con el Cacique Aletín, se establecen en junio de 1.742 donde hoy es Cayastá, el primero de los cinco asentamientos que tiene la reducción. Los acompañaban los padres Jesuitas Francisco Burges y José García. Pero se desdobló rápidamente.
Meses después Aletín pide reducirse y se los ubica en el Paso Simón o Simén, sobre el Río Salado. Este sería el segundo asentamiento.
El 4 de julio de 1743, según consta en Acta del Cabildo de Santa Fe se traslada la reducción a un lugar más convincente y se ubican en Cayastá los acompañaban los padres Francisco Burges y Gerónimo Núñez, este sería el tercer asentamiento y el que se considera como fundacional.
En 1750 se traslada la reducción más al norte, donde hoy es Colonia Mascías donde dos años más tarde un incendio lo destruyo todo. Fueron acompañados por los Jesuitas Francisco Burges y Manuel Canelas.
En 1752, trasladaron a seis leguas más al norte hallando el paraje apropiado donde se establecen definitivamente.
Al poco tiempo llega la reducción el misionero Jesuita que sería destacado en la historia por su obra junto a los Mocovíes, Florián Paucke, hasta la expulsión de los Jesuitas en 1767.
FUENTE: San Javier en Reflejos