A 40 AÑOS DE LA MUERTE DE ROBERTO SCHNEIDER

(Por  Carlos María Medera) –  El 6 de junio se van a cumplir 40 años de la desaparición física de Roberto Schneider. Lo recordamos no solo para conmemorar un aniversario más desde el día que nos dejó para siempre sino también porque su figura simboliza la importancia del protagonismo de instituciones fuertes y consolidadas para el desarrollo y progreso de una determinada comunidad o región, siempre que sean conducidas por hombres y mujeres imbuidas de auténtica vocación de servicio  que deseen lo mejor para su terruño natal y que, a la vez , fundamentalmente, cuenten con el  apoyo y estímulo de las autoridades constitucionales de turno.

Roberto, que acudió al llamado del Señor a la temprana edad de 55 años; que poseía tan solo 2º grado de educación primaria, pero que se había graduado en la Universidad de la Vida, nos legó el maravilloso ejemplo de haber sido un incansable luchador por su querida costa santafesina.

De su múltiple actividad, rescatamos la instalación, en 1959, del primer molino arrocero en San Javier, junto con Pablo Mounier y Alberto Solé para procesar el arroz de la zona que se venía produciendo desde 1942 y que se constituyó en la base de la empresa Molino Arrocero San Javier SA, elaboradora al afamado arroz tipo fortuna, marca “Mocoví”, de cuyo directorio era vicepresidente al momento de su deceso.

En 1970, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) dispuso el cierre de la estación experimental que funcionaba en

Colonia Mascías desde 1936 y devolver a los herederos las 200 hectáreas de campo que para tal fin  habían donado Doña Mercedes Mascías; el Ing. Alberto Mascías y Don Raúl Lozardy Saa Pereyra. Por ese entonces Roberto Schneider había sucedido a Pedro Don en la presidencia de la Asociación Defensa y Promoción de la Costa (ADEPROC),  entidad que había nacido luego de la crecida extraordinaria del río de 1966 y estaba integrada por representantes de instituciones de los departamentos San Javier, Garay y La Capital.

ADEPROC, con Schneider a la cabeza, se movilizó y logró que las instalaciones del INTA fueran transferidas al gobierno de nuestra provincia, con el compromiso de continuar respetando el cargo de la donación de las 200 hectáreas, y donde el ministerio de Agricultura instaló un Centro Operativo Experimental.

En febrero de 1971, apoyados por el entonces ministro de Agricultura Dr. César H. Cursack, los productores e industriales arroceros de la provincia, se embarcaron  en el ambicioso proyecto de crear una entidad que los representara y con ese fin se constituyó una comisión provisoria que presidió Roberto Schneider, quien le imprimió una maratónica actividad que incluyó visitas a otras provincias productoras del cereal (Entre Río, Corrientes y Formosa) para entrevistar a directivos de instituciones vinculadas al sector como así también a funcionarios de organismos oficiales provinciales y nacionales.

Finalizada esta primera etapa de trabajo, la comisión, con la colaboración de la recientemente habilitada agencia del INTA  San

Javier, convocó a una asamblea que tuvo lugar el 18 de abril de 1971 donde quedó constituido el Instituto del Arroz de la Provincia de Santa Fe “con fines promover y mejorar la producción, comercialización e industrialización del arroz que se cultiva en el territorio de la provincia”, según lo establecía el anteproyecto de ley de creación aprobado, que en su Art. 3 también señalaba que el instituto “será un organismo mixto estatal – empresario, cuyos fondos provendrán de un impuesto único a la total producción de arroz cáscara de la provincia y al proceso de elaboración  del mismo y se desenvolverá con carácter de autoridad específica en el ramo de su incumbencia y coordinará su acción con el Poder Ejecutivo, a través del delegado del Ministerio de Agricultura y Ganaderías de la Provincia”. Roberto Schneider fue confirmado en la presidencia y 10 días después de fundado sus directivos le estaban planteando a las autoridades nacionales los problemas y necesidades del cultivo de arroz santafesino.

Desgraciadamente, antes de que transcurrieran dos meses de haberse fundado el instituto, su corazón le dijo a Schneider“ hasta aquí llegamos” .

Repasemos ahora lo que quedó de tanto sacrificio y dedicación de este hombre costero de ley:

Al poco tiempo de su muerte el Instituto del Arroz de la Provincia de Santa Fe era solo un recuerdo. En 1995, el Centro Operativo Experimental que se había creado en los terrenos rescatados del INTA por gestión de ADEPROC, sin que se conocieran públicamente resolución ministerial o decreto alguno, el gobierno provincial resolvió levantarlo por “razones operativas y de mejor servicio”. La Asociación Defensa y Promoción de la Costa (ADEPROC) ya es también una institución que existió en el pasado. El molino arrocero nacido en 1959, convertido en la principal de las pocas industrias de San Javier, fue cerrado el año 2000 con la secuela  de casi un centenar de obreros desocupados entre personal de planta y temporarios.

Por otra parte, por Decreto Nº 1980 del l6 de julio de 2003 le fue transferido al Ministerio de Educación el inmueble del ex Centro Operativo para uso de la Escuela Aerotécnica Nº 377, que fue la primera en tipo en la zona de la costa y comenzó a funcionar el 29 de abril de 1988, luego de 64 años de lucha para obtenerla. Si bien esta cesión constituía un valioso aporte, en ese momento, la escuela se encontraba prácticamente inactiva, si tenemos en cuenta la conmovedora carta que un grupo de alumnos le dirigió a las autoridades de educación el 8 de noviembre de 2004 donde le trasmitían su profunda preocupación por los hechos que estaban sucediendo, situación que se venía dando desde octubre de 2000 cuando fue intervenida la cooperadora. Decían los jóvenes que se habían llevado los dos tractores comprados por la cooperadora con recursos propios y que por ese motivo no había mas producción agrícola ni ensayos de diferentes cultivos, tampoco existían producción bovina, porcina, apícola, etc. como en años anteriores. Además, puntualizaban que estaban recibiendo una muy deficiente enseñanza. La oportuna llegada de importantes partidas de dinero del Plan de Mejoramiento de la Educación Técnica, del Instituto Nacional de Educación Tecnológica,                                                       salvaron al establecimiento cuando iba camino a su desaparición, al menos como institución de educación agraria.

En nuestro cotidiano contacto con la gente, alguien nos manifestó que consideraba que en algunos aspectos, la zona de la costa había involucionado. Por supuesto que se trata de una opinión entre tantas otras, pero no estaría demás analizarla para ver si ese  retroceso es real y, en caso de existir,  estudiar la manera de intentar revertirlo.

FOTO: 18 de abril de 1971: Roberto Schneider, a la izquierda del joven que está de corbata, que es Néstor Bode, preside la asamblea constitutiva del Instituto del Arroz de la Provincia de Santa Fe. A la derecha de Bode estoy yo en representación de la agencia del INTA  San Javier.Hasta el momento de enviar esta nota, soy el único sobreviviente de la cabecera de esa mesa.