A CASI MEDIO SIGLO DE LA IDA DEL TREN

Hace 48 años, el 27 de octubre de 1961 se cancelaba el servicio de tren que unía San Javier con Naré. Se trataba de una de las comunicaciones que conectaba a nuestra localidad, en ese momento pueblo, con el resto del país: Santa Fe, Buenos Aires y muchos destinos más. El servicio de colectivo de la época era incipiente, con líneas que transitaban por la vieja ruta N°1 que era de tierra.

Según el Boletín Oficial del Servicio del Ferrocarril «General Belgrano», dependiente de la Secretaría de Transporte de la Nación, los motivos de la clausura del móvil férreo era «el escaso tráfico y el déficit (…) Que la zona del ramal se encuentra servida por distintos caminos y tráfico asegurado por camiones y ómnibus de pasajeros».

 

Se resolvió además el levantamiento de las vías y el levantamiento de todas las instalaciones de la empresa, mediante sistema de licitación pública. El documento histórico está firmado por el Ing. Antonio Lanusse, presidente de la E.F.E.A (Empresa de Ferrocarriles del Estado Argetino).

 

Solo quedan anécdotas y algunos lugares que formaron parte del paso del tren por San Javier. Uno de los más emblemáticos es el actual edificio de la Asociación para el Desarrollo Regional de la Costa, en Independencia y Poeta Julio Migno.

 

Es que la formación ingresaba paralela a lo que hoy es Avenida Poeta Julio Migno. Lo que hoy es el Corralón Municipal era en su origen el taller de mantenimiento de trenes. La construcción de la época en Poeta Julio Migno y Alvear tenía un enorme tanque que pertenecía a la compañía y la parte más vieja de la Escuela N° 2038 fue la casa del Gerente de los ferrocarriles.

 

El barrio «El Triángulo» era justamente el lugar donde se hacía el cambio de vías y justamente eso constituía una virtual forma triangular. Si el tren seguía estaba el freno, en calle Santiago Cabral y el río, donde hoy está la toma del regador. En ese lugar había cientos de kilos de birutas que se cargaban de los enormes talleres de Laguna Paiva y se arrojaban para evitar la erosión de la barranca.

 

Quedan los recuerdos y algunas postales e imágenes que queremos compartir con todos ustedes, especialmente por las nuevas generaciones que no conocieron esta rica parte de nuestra historia. Seguramente los andenes de la vieja estación fueron testigos de la llegada de amores, de la partida a la colimba, del arribo de algún familiar y porqué no, del arribo de alguna figura importante que haya caminado por nuestro suelo costero.

 

FUENTE: Francisco Ruifernández – Radio Uno 93.5MHz