UNA HISTORIA TRUNCA EN LA ZONA DE LA COSTA
(Por Carlos María Medera) El próximo 13 de agosto se van a cumplir 75 años de haberse inaugurado la Estación Experimental Agropecuaria de Colonia Mascías, departamento Garay. El dato es real; no se trata del inicio de un relato novelesco ya que la costa santafesina, aunque parezca increíble, tuvo una unidad de investigación y experimentación agrícola pero por motivos que se desconocen fue cerrado 60 años después de haber iniciado sus actividades.
El establecimiento, que estaba ubicado en un predio de 200 hectáreas que para tal fin donaron el Ing. Alberto Mascías; su hermana Mercedes Mascías y el esposo de ésta, Don Raúl Lozardy Saa Pereyra, dependía del Ministerio de Agricultura y Ganadería, lo mismo que el que la Nación había creado en Rafaela en 1928. Luego vendrían Oliveros y Reconquista.
En 1936, en un lugar totalmente inhóspito y olvidado de la provincia de Santa Fe, sin caminos pavimentados, lo que motivaba largos períodos de incomunicación por lluvias o crecidas del río; sin un puesto de atención de la salud razón por la cual los enfermos debían ser trasladados a Helvecia o San Javier: sin servicios telefónico y eléctrico, entre otras carencias, un puñado de abnegados profesionales de las ciencias agrarias secundado por personal idóneo, inició silenciosamente la tarea de investigar, experimentar y difundir el cultivo del algodón. Su tesonero trabajo fructificó con creces por cuanto esta textil oleaginosa fue durante medio siglo uno de los pilares de la economía de San Javier y de la mayor parte de la región costera, beneficiando centenares de pequeños productores, familias obrera y al comercio, por supuesto. Por otra parte, la producción era excelente lo que testimonian los premios obtenidos por productores de la zona en certámenes nacionales de calidad de fibra en el marco de la Fiesta del Algodón. Recordemos también que en base a este antecedente, una famosa fábrica de telas tuvo el propósito de instalarse en San Javier, pero en aquella época, principios de los años 70 del siglo pasado, entre otras limitantes, se carecía de los medios para garantizarle la provisión de la energía eléctrica necesaria.
El 2 de abril de 1958, la experimental pasa a depender del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) el que 12 años mas tarde decidió cerrarla y devolver las 200 hectáreas a los herederos de los donantes. El mes pasado, al recordar el 40º aniversario del fallecimiento de Roberto Schneider, expresamos la lucha que, presidida por Schneider, llevó adelante la desparecida Asociación Defensa y Promoción de la Costa (ADEPROC) hasta lograr que esas instalaciones pasaran a nuestra provincia el 16 de diciembre de 1970 donde el Ministerio de Agricultura y Ganadería constituyó un Centro Operativo Experimental. La tarea de investigación y experimentación de sus técnicos se centró en el cultivo de arroz y obtuvieron variedades de muy buena calidad de grano. Además, anualmente se convocaba a loa arroceros santafesinos a reuniones demostrativas sobre el terreno a fin de hacerles conocer las experiencias que se conducían con el citado cereal, mientras que la labor de extensión en arroz y otros temas, se realizaba en coordinación con la agencia del INTA San Javier.
Con la finalidad de colaborar con la tarea técnica y aportar recursos económicos para optimizar la actividad del establecimiento, el 12 de diciembre de 1983 se fundó la Asociación Cooperadora del Centro Operativo Experimental, la que se encargaba de la multiplicación de semilla de arroz para su posterior distribución entre los productores de la zona. En 1994 comenzó a producir materia prima para la fábrica de vegetales congelados de Santa Rosa y realizar cultivos demostrativos de algodón a fin de generar mano de obra para la colonia.
La eficiente labor de sus profesionales trascendió los límites de nuestra provincia y así fue como el 10 de agosto de 1979 en el centro tuvo lugar la asamblea constitutiva de la Asociación Argentina de Técnicos del Arroz (AATA) resultando electo presidente su jefe y secretario su par del INTA San Javier.
La AATA emprendió una maratónica actividad y organizó encuentros para tratar la problemática integral de la producción de arroz en Argentina los que se llevaron a cabo en Colón (Entre Ríos), Mercedes (Corrientes), Corrientes Capital, Colonia Mascías y Formosa.
El 26 de noviembre de 1987, la Legislatura de la Provincia de Santa Fe sancionó la Ley Nº 10163 de creación de la escuela agrotécnica de Colonia Mascías. El Art. 2 establece que “Sus actividades se efectuarán en las instalaciones que actualmente ocupa el Centro Operativo Experimental que la Provincia sostiene en esa localidad, el que será mantenido, de manera que la finalidad de formación y capacitación se complemente con la tarea experimental”.
Al amparo de los nobles objetivos de la Ley 10163 y la expectativa de haber aguardado 64 años para su creación, la escuela abrió sus puertas el 29 de abril de 1988 y al poco tiempo ya era ampliamente conocida en los departamentos costeros por la calidad de la enseñanza que brindaba a la juventud de ambos sexos.
Sorpresivamente, en septiembre de 1995, aduciendo que “la provincia ha dispuesto, por razones operativas y de mejor servicio, el levantamiento del Centro Operativo Colonia Mascías”, como único fundamento, se ponía fin a la historia de la investigación agropecuaria en la zona de la costa, la que se había iniciado seis décadas antes.
En esta oportunidad, no se repitió la lucha de ADEPROC cuando el INTA adoptó una medida similar en 1970 y tuvo que revertirla.
A algunos tímidos pedidos para que se reabra el centro, se les respondió que para ello “sería necesaria la designación de personal técnico, administrativo y de campo, sumado a la adquisición del equipamiento correspondiente lo que por el momento es imposible”. Es lamentable que para disponer una medida tan drástica no se haya tenido en cuenta que desaparecía una fuente de trabajo, algo que, precisamente, no abunda en esta parte de la provincia; ni el generoso gesto de los donantes de las 200 hectáreas; ni todo lo que el establecimiento había hecho por la difusión del algodón; el aporte técnico para el cultivo del arroz; lo que podría aportar en el futuro para incorporar la producción de otras especies y, fundamentalmente, el rol que le estaba asignado para la formación de los futuros agrónomos.
Si observamos con que facilidad en la costa santafesina de suprime un servicio, por mas importante y necesario que sea, no estaría demás estar alerta con lo que pudiera ocurrir algún día con la escuela agrotécnica Nº 377 para lo cual se deberían tener en analizar los motivos que impulsaron a los alumnos a dirigirse a la entonces ministra de educación, el 8 de noviembre de 2004, para trasmitirle su preocupación porque se habían llevado los dos tractores que con mucho sacrificio había adquirido la cooperadora con recursos propios y que por ese motivo no había mas producción agrícola ni ensayos de diferentes cultivos. También decían los alumnos que no había mas producción apícola y se habían vendido los reproductores porcinos y el plantel de vacas. Esta situación motivaba que estuvieran recibiendo una educación muy deficiente lo que les comprometía el futuro.
Si se analiza detenidamente lo planteado por los estudiantes, se llegaría a la conclusión de que lo sucedido, por su gravedad, nunca podría haber sido casual.
felicitaciones
QUE VERGUENZA. INTERVINIERON LA COOPERADORA CON ARGUMENTOS MENTIROSOS PARA ROBAR TODO LO QUE HABIA HECHO ESA COMISION PRESIDIDA POR DON MEDERA EN FORMA HONESTA Y TRANSPAREBTE ¿DONDE ESTAN LOS TRACTORES, CAMIONETA, ANIMALES Y DIBERO EN EFECTIVO QUE HABIA? LOS INTERVENTORES SINVERGUENZAS SE LOS ROBARON A NUESTROS HIJOS PORQUE YO EN ESE MOMENTO TENIA EL MIO EN LA ESCUELA? TIENEN LA CARADUREZ DE HABLAR DE LOS OTROS. LO QUE PASA ES QUE NADIE MOVIO UN DEDO PARA DEFENDER AQUELLA COOPERADORA. COMO SIEMPRE. POR ESO NUNCA VAMOS A AVANZAR ¡QUE PENA!
estoy de acuerdo con medera pero la tecnologia a cambiado todo para bien y para mal
Carlos Medera
María J. Te mando un emocionado MUCHAS GRACIAS porque veo que sos una de las pocas personas que ha comprendido la gravedad de lo sucedido con la intervención a nuestra cooperadora ya que por querer enlodar el honor de respetables personas, se le causó un tremendo daño a la educación y se colocó a la escuela al borde de su desaparición.