POR FALTA DE ALUMNOS, CERRARON UNA ESCUELA RURAL DEL DISTRITO ROMANG

Cerraron el Cer Nº 411 -ex Escuela Primaria Nº 544- de Colonia Sager, y el cargo docente fue trasladado a la Escuela Nº 438 de Alejandra. Se trata de un establecimiento educativo primario enclavado en plena zona rural, en el centro del Distrito Romang, que debió entornar sus puertas al quedar sin alumnos. Luego de una larga trayectoria, llegó a esta situación por la paulatina pérdida de matrícula, un fenómeno que venía desde hace décadas, y que se profundizó hasta llegar a esta realidad.

Es el mismo problema que vivieron antes otras escuelas de campo, y el que tendrán en el futuro aquellos Cer con matrícula de un dígito. Esto tiene su origen en diversos aspectos, pero con un eje central: la firme e irreversible migración de las familias rurales hacia los centros urbanos. Si esta casa de enseñanza primaria logró seguir funcionando hasta ahora, fue gracias al enorme apoyo que desde varios años a esta parte, le dieron dos destacados empresarios agroganaderos: los hermanos Esteban y Marcelo Sanguinetti, propietarios de la Estancia Don David, y representados en esa colonia por su mayordomo Luis Ceferino Faccioli.

La historia dice que en la primera mitad del Siglo XX y hasta la década de 1960, las áreas rurales de esta parte del norte santafesino tuvieron centenares de familias de pequeños productores. Allí trabajaban sus chacras utilizando bueyes y caballos, y más tarde los primeros tractores, ocupando mucha mano de obra familiar y peones de campo. Esto se intensificaba en tiempos de cosecha -la que a excepción de lino, trigo y girasol- se hacía en forma manual. En ese marco estaban el maíz y el algodón, de modo que era común que cada productor en su campo tuviera peones con familias, instalados en ranchos construidos para esos fines. Ellos carpían y cosechaban, junto a sus familias, que como la mayoría de esa época, eran prolíficas. De modo que entre vecinos estables y peones estacionales, aportaban muchos alumnos a los establecimientos rurales.

La Escuela Primaria Nº 544 Genaro Doldán -desde hace bastante, devenida en Centro de Enseñanza Rural Nº 441- en los años ’60 llegó a recibir 80 niños, que eran atendidos por tres docentes. Ahora, 50 años después de aquella época de esplendor, cerró su ciclo con tres alumnos a cargo de una docente, poniendo epílogo a su trayectoria a fines de 2013. El hecho aconteció porque ya casi no queda nadie en ese lugar, la gente emigró a los centros urbanos, y los poquísimos habitantes que aún viven allí, ya pasaron la edad de tener hijos pequeños. Como exalumno y exdocente de esta escuela que hoy nos dice adiós para siempre, tracé un resumen de su historia, la que tiene raíces en mis antepasados, fundadores de Colonia Sager en el último cuarto del Siglo XIX. De ese tema familiar trataré en un próximo informe.

La escuela, objetivo de todos los vecinos

El nacimiento de la Escuela Nº 544 de Colonia Sager tiene un origen común con sus similares de la zona rural del Distrito Romang, y otros puntos de la geografía rural norteña santafesina. Vale decir, fueron los propios habitantes de esas áreas dispersas, quienes se preocuparon por la educación de sus hijos. Mi padre Orlando Rodolfo Sager Bieri -hijo del pionero Augusto Sager Stirnemann y Luisa Bieri Bettig- recordaba que entre los que acompañaron a su progenitor en la cruzada, estaban sus tíos Juan Bieri Bettig y Gregorio Mendoza; su padrino Juan Sager Berli, también Juan Gassmann, Santiago Meister, Marcelino Locatelli, Guillermo Cainelli, Celestino Cian, y otros vecinos.

El gestor de esta casa de enseñanza ante las autoridades provinciales, fue el legislador provincial Genaro Gregorio Doldán. Él apoyó decididamente las tramitaciones encaradas por los vecinos, encabezados por el ganadero Augusto Sager Stirnemann. Ofició de mediador un amigo común de ambos: Luis Affolter, vecino de Romang que apoyó muchas cosas para su pueblo y colonias vecinas.

En ese contexto y luego de diligenciar numerosos trámites, se logró habilitar un primer grado en marzo de 1928. Provisoriamente, una habitación de la estancia de Augusto Sager Stirnemann sirvió de aula para que Julia Bourbot enseñara las primeras letras. Felizmente se pudo rescatar una fotografía del acto inaugural de la escuela, donde está la señalada docente. Esta maestra estuvo allí unos cuantos años. Era una señora mayor, su esposo trabajaba como foguista en la trilladora a vapor de Lorenzo Germán Villalba, más conocido como Argentino Villalba, vecino de Colonia Durán.

La primera escuela, en una casa de familia

El ambiente ofrecido en su finca de campo por el matrimonio de Augusto Sager Stirnemann y Luisa Bieri Bettig era amplio, con piso de pinotea, techo de cinc, cielorraso de paja, una galería con piso de baldosas, una puerta y una ventana hacia el Este. Se completaba con una ventana al Norte, dos ventanas y una puerta hacia el Oeste. Hacia el Sur y pared de por medio, estaba el dormitorio de los dueños de casa. La gran vivienda tenía glorietas, jardines, amplio patio bien arbolado, quintas de frutas y molino de agua. Allí funcionó provisoriamente la escuela durante 1928.

En el transcurso de ese año, Augusto Sager Stirnemann puso dinero para hacer en su campo un local destinado a la escuela, calle por medio frente al almacén de su propiedad. Otro aporte económico hizo su cuñado Juan Bieri Bettig, en tanto Guillermo Cainelli con un grupo de colaboradores, se encargó de la mano de obra. En el centro vital de la colonia construyeron un salón, una cocina, un dormitorio y letrinas. Más tarde, agregaron galerías al Este y al Oeste. A comienzos del ciclo lectivo de 1929 se habilitó dicho local y a lo largo de 10 años esa construcción fue sede escolar. Sucedieron a la primera maestra Julia Bourbot, las docentes Clara María Luisa Leiva y Domitila Lasso.

Infelizmente estos sucesos no quedaron registrados por escrito, o si hubo alguna vez documentación, ya no existe, según informó en aquel momento la educadora Norma Arce. De modo que para elaborar este informe debi recurrir a la excelente memoria de mi padre Orlando Rodolfo Sager Bieri. Se ha perdido documentación escolar valiosa, y según algunos vecinos de ese momento, ello fue producto de la desidia de quienes debieron velar por la conservación archivística del establecimiento. Recuerdo perfectamente que allá por 1964, mi maestro Alfredo Béckley tenía toda la vieja documentación escolar guardada en armarios de ese establecimiento educativo.

En 1939 inauguraron el edificio propio

Desde los días iniciales, los pobladores anhelaron contar con edificio propio para su escuela, ya que no se podía pretender utilizar para siempre el local cedido en comodato. Los permanentes trámites y gestiones tuvieron respuesta y hacia 1937 dio comienzo la obra, en una hectárea de terreno donado por Augusto Sager Stirnemann en nombre de sus padres Rodolfo Sager Sutter y Anna Stirnemann Berli. Para ese entonces, ellos hacía varios años que residían en Malabrigo, dejando la administración absoluta del campo y la hacienda en manos de Augusto, su único hijo varón.

La edificación escolar corrió por cuenta del Gobierno de la provincia, siendo su constructor el técnico Lorenzo Vincenzi, de la ciudad de Santa Fe. Las tareas se desarrollaron a lo largo de 1938 y todo estuvo listo para inaugurarse con el comienzo de clases de 1939. El moderno local estaba compuesto por dos aulas con galería de tres arcadas hacia el sur, dos pabellones sanitarios, casa-habitación para el maestro con cocina, comedor, dos dormitorios, baño, lavadero externo cubierto, y un molino con tanque metálico galvanizado cónico para provisión de agua.

El frente de la Escuela Primaria Nº 544 Genaro Doldán mira hacie el Sur, con una explanada de ladrillos vistos, rematada en larga vereda hasta la calle. Hacia el Este el patio y al Oeste el jardín y algunas plantas de naranjos y mandarinos. Los cooperadores también plantaron palmeras datileras, que le dieron una particular fisonomía al edificio. Ligustros, plantas ornamentales y árboles de sombra completaron el amplio parque verde. Al Norte, el edificio contaba con un ejemplar de tipa que alcanzó gran desarrollo, y le daba sombra al patio trasero. Su parte vulnerable estaba dada en el techo, que tenía chapones de fibrocemento, por lo que años después debió ser cambiado por chapas de cinc, habida cuenta de su deterioro y el castigo al que se veía sometido en casos de granizadas, que las hubo y bien fuertes.

FUENTE: SEPER Noticias

Una respuesta a «POR FALTA DE ALUMNOS, CERRARON UNA ESCUELA RURAL DEL DISTRITO ROMANG»

  1. Muy lamentable con tremenda historia una escuela de principio del siglo pasado, finalice así. También es oportuno decir que una gran mayoría de escuelas rurales principalmente las más alejadas de zonas urbanas van por caminos parecidos. Es por demás triste la realidad que desde hace unas cuantas décadas padece el campo, por la migración de las familias en busca de nuevas oportunidades a los centros urbanos, ya que nuestro campo producto de los cambios tecnológicos y de malas políticas, dieron como resultado la desaparición paulatina de los pequeños y medianos productores.

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