EL NIÑO PODRÍA CONVERTIRSE EN UNO DE LOS CUATRO EPISODIOS MÁS FUERTES DESDE 1950

EL NIÑO CONVERTIRSE EN UNO DE LOS CUATRO EPISODIOS MÁS FUERTES DESDE 1950La Organización de Meteorológica Mundial en su informe publicado en la víspera señala que actualmente en el océano Pacífico tropical se está produciendo un episodio de El Niño fuerte y maduro. La mayoría de los modelos internacionales sobre la evolución probable del clima sugieren que el episodio de El Niño de 2015/2016 es probable que se intensifique todavía más antes del final del año.

Las previsiones de los modelos y las opiniones de los expertos sugieren que las temperaturas de la superficie del agua en las partes central y oriental del Pacífico tropical es probable que aumenten 2°C por encima de lo normal, lo que podría hacer que se convirtiera en uno de los cuatro episodios más fuertes de El Niño desde 1950 (1972/1973, 1982/1983, 1997/1998). Los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales y otros organismos seguirán vigilando las condiciones en el Pacífico tropical que puedan dar lugar a un nuevo episodio de El Niño y evaluarán sus efectos más probables a nivel local.

Durante el mes de agosto, las temperaturas de la superficie de las partes central y oriental del Pacífico tropical se han situado entre 1,3° y 2,0° C por encima de lo normal, superando los umbrales de El Niño en aproximadamente un grado, lo que indica que la intensidad del actual episodio de El Niño es muy significativa. La intensidad máxima de los episodios de El Niño suele registrarse a finales del año.

Los indicadores atmosféricos de El Niño se han manifestado de forma coherente y se han intensificado durante los últimos meses, al registrarse un índice de Oscilación Austral por debajo de -1,5 durante la mayor parte del tiempo desde principios de julio, lo que indica que se produce un acoplamiento atmósfera-océano robusto a medida que se intensifica el episodio de El Niño.

Las clásicas características de nubosidad y precipitación de El Niño cerca o al este de la línea internacional de cambio de fecha, observadas durante el segundo trimestre de 2015, se han confirmado, al igual que el debilitamiento de los vientos alisios de las partes occidental a oriental y central del Pacífico. La nubosidad y la precipitación desempeñan una función central en el desencadenamiento de los impactos climáticos de El Niño a escala mundial.

Históricamente, es probable que un episodio de El Niño maduro alcance su fase máxima entre octubre y enero del año siguiente, y es frecuente que persista hasta bien entrado el primer trimestre de ese año antes de empezar a debilitarse.

Durante los últimos meses, las temperaturas bajo la superficie del Pacífico tropical o al este de la línea internacional de cambio de fecha han sido significativamente superiores a la media, en respuesta a los persistentes episodios de debilitamiento significativo de los vientos alisios.

El aumento constante de las temperaturas superficiales del mar, en particular en la parte oriental y en el extremo oriental del Pacífico tropical, tiene su origen en el calor almacenado en las capas superiores del océano y en el debilitamiento de los vientos alisios. El exceso de calor subsuperficial puede mantener o aumentar la anomalía positiva de las actuales temperaturas superficiales del mar durante los próximos meses.

En la actualidad, más de la mitad de los modelos de predicción dinámica objeto de estudio predicen temperaturas superficiales del mar en las partes oriental y central del Pacífico tropical que alcanzan o exceden 2,0 °C por encima de la media entre octubre y diciembre.

Los modelos estadísticos predicen una intensidad máxima de El Niño más conservadora, que se caracteriza por temperaturas que se sitúan entre 1,5° y 2,0 °C por encima de la media. Teniendo en cuenta ambos tipos de modelos y sus conocidas características funcionales, es muy probable que las actuales temperaturas oceánicas en las partes oriental y central del Pacífico tropical, que son superiores a la media, se mantengan, por lo menos, al mismo nivel o, lo que es más probable, aumenten aún más en los próximos meses.

Por consiguiente, el episodio actual de El Niño podría convertirse en uno de los cuatro episodios más fuertes de El Niño desde 1950. En los próximos meses se vigilarán de cerca las condiciones oceánicas y atmosféricas en el Pacífico tropical a fin de evaluar mejor la evolución de la intensidad del episodio.

Es importante tener en cuenta que El Niño y La Niña no son los únicos factores que condicionan las características climáticas a escala mundial. A escala regional, las proyecciones estacionales deberán tener en cuenta los efectos relativos tanto de El Niño y La Niña como de otros condicionantes climáticos pertinentes a escala local. Por ejemplo, el estado del dipolo (temperaturas de la superficie del mar) del océano Índico o del dipolo del Atlántico tropical puede tener consecuencias en el clima de las zonas terrestres adyacentes.

Las condiciones oceánicas y atmosféricas actuales y futuras en el océano Índico occidental señalan la alta probabilidad de que el dipolo del océano Índico sea positivo durante el resto de 2015. Asimismo, la Oscilación Decenal del Pacífico se encuentra en su fase más positiva desde principios de 2014, lo que favorece un

episodio de El Niño en el Pacífico oriental, donde actualmente se observan las anomalías más significativas de la temperatura superficial del mar. A escala regional y local, puede encontrarse información aplicable en las predicciones climáticas estacionales regionales o nacionales, tales como las elaboradas por los Centros Regionales sobre el Clima (CRC) de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los Foros regionales sobre la evolución probable del clima (FREPC) y los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN).

En resumen:

  • desde agosto de 2015, los indicadores oceánicos y atmosféricos en el Pacífico tropical corresponden a un episodio de El Niño de intensidad fuerte;
  • la mayoría de los modelos estudiados y la opinión de los expertos sugieren que El Niño se intensificará todavía más durante la segunda mitad de 2015;
  • la intensidad máxima de este episodio de El Niño, que se prevé que se alcance entre octubre de 2015 y enero de 2016, podría hacer que se convirtiera en uno de los cuatro episodios más fuertes de El Niño desde 1950.
  • los impactos de este episodio de El Niño ya se hacen sentir en algunas regiones y serán más patentes por lo menos durante los próximos 4 a 8 meses;
  • los episodios de El Niño tienden a disminuir su intensidad y posteriormente se disipan a lo largo de los seis primeros meses del año siguiente a su aparición. Cabe señalar que, en algunas regiones, todavía se espera que los impactos se hagan sentir durante la fase de disipación.

Seguirá vigilándose atentamente la situación en el Pacífico tropical. Durante los próximos meses los expertos en predicción climática suministrarán periódicamente interpretaciones más detalladas de las variaciones climáticas a nivel regional, que difundirán los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales.

FUENTE: Organización de Meteorológica Mundial