Este domingo 6 de junio, el arzobispo de Santa Fe monseñor José María Arancedo presidirá las celebraciones de la Solemnidad de Corpus Christi en nuestra ciudad, será a las 10 hs. en avenida General López, frente al Centro Integrador Comunitario.
Queridos hermanos:
Cada año la Iglesia nos convoca, en la Solemnidad del Corpus Christi, a celebrar y a dar testimonio público de nuestra fe. La Eucaristía es el testamento que Cristo nos ha dejado como fruto de su Pascua. En torno a ella nace y crece la Iglesia. En este día, la convocatoria a todos los cristianos a celebrar la Eucaristía y participar de la procesión, tiene un profundo significado eclesial y evangelizador. La presencia pública de la Iglesia, celebrando con gozo el don de la Eucaristía, es signo de una fe madura y de una comunidad viva.
No se trata, por lo tanto, sólo de cumplir en ese día con un precepto, sino de unirnos como Iglesia para testimoniar públicamente nuestra fe y dar gracias al Señor por su presencia.
El lema elegido para este año, en el que estamos celebrando el Año Sacerdotal Especial, es: «Eucaristía y Sacerdocio. Amor y Servicio». En estas palabras podemos intuir esa intimidad y docencia del Señor con sus discípulos en la última Cena. Es el día de la institución, en torno a la mesa del Jueves Santo, de la Eucaristía y el Sacerdocio. En ella se nos manifiesta el mandamiento nuevo del Amor, y la actitud de Servicio en el lavado de los pies, con la cual Jesucristo enseñó a sus discípulos. La lectura de los textos de la liturgia del Jueves Santo, creo que es el mejor marco para reflexionar sobre el lema que este año hemos elegido.
Debemos tener en cuenta la celebración del Bicentenario de nuestra Patria, que es un acontecimiento que nos compromete como cristianos. La fe no es ajena a la Patria, Jesucristo amó a Jerusalén, es más, lloró por ella. Les recomiendo para ese día, al final de la procesión, cantar el Himno Nacional y rezar la oración por la Patria.
José María Arancedo.
FUENTE: San Javier en Reflejos